La congelación escocesa de la burbuja del alquiler y «la brevedad» de las consignas de los sindicatos de vivienda

En Escocia han congelado de momento cualquier subida de rentas de alquiler tanto en las viviendas sociales como en las de renta libre privadas. La congelación de los alquileres y desahucios en Escocia, por parte del Gobierno de Nicola Sturgeon, como una legislación de emergencia delante de un invierno marcado por los incrementos inasumibles de los precios a las clases trabajadoras ha tenido una buena acogida en los sindicatos de vivienda de nuestro país y especialmente en Catalunya donde el Sindicat de Llogateres y sus secciones en muchas ciudades y comarcas piden su aplicación a nivel estatal y de comunidad autónoma.

Su red social preferida Twitter se ha llenado de demandas con argumentaciones que podrían ser muy válidas pues hemos entrado en un período convulso en cuanto a la vida de las clases populares y especialmente los 3 millones largos de hogares que viven de alquiler (*1) «bajo la dictadura hispana del casero«, sin ninguna medida clara de protección más allá de la legislada este marzo del 2022 de congelación de las actualizaciones de alquileres. Esta medida del ejecutivo de Pedro Sánchez implementada desde el Ministerio de Transportes, ¡vaya transportes con vivienda !, que los arrendadores están a bien saltársela no renovando contratos.

En medio de todo esto, donde sí hay congelación es en la tramitación de la nueva Ley de Vivienda, en el Congreso de los Diputados de la Carrera de San Jerónimo, por diferencias entre los socios de Gobierno y de las presiones del enorme lobby arrendador de nuestro país – la patronal del alquiler– representado por cerca de 2 millones de arrendadores de diferente pelaje o teneduria de viviendas (Las cifras de caseros se pueden ver en la declaraciones de IRPF y Sociedades del Ministerio de Hacienda).

A pesar de aplaudir la congelación escocesa en la tramitación parlamentaria de la Ley del derecho a la Vivienda, los Sindicatos de vivienda e inquilinos, PAH, etc , aún exigen la REGULACIÓN y no la CONGELACIÓN de las rentas de los arrendadores – ahora llamados tenedores-. Esa regulación la quieren determinar por topes de precios, o sea, delimitar zonas residenciales, indexar precios máximos, y cuando esas zonas sufren tensiones inflacionarias la administración debe aprobar su declaración en un proceso complejo no exento de todo tipo de agravios que judicializan aún más su implementación.

Todo sea dicho de paso, medidas que han fracasado en otros países cuando se han intentado aplicar esa clase de regulaciones, como ejemplos Berlín y París – los alquileres subieron igualmente-. Esas medidas, de regulación, aprobadas en Catalunya, como una ley de moderación de rentas fueron a su vez recurridas y derogadas por el Tribunal Constitucional a demanda del PP. Los magistrados y la mayoría de diputados del Congreso parece ser que estarían entre los tenedores de vivienda, y/o representan sus intereses, en virtud de sus conclusiones. Los sindicatos aplaudieron la ley catalana de moderación y protestaron cuando se derogó. La palabra congelación no está ni la han nombrado hasta hoy.

Lo cierto es que, en la aplicación de la medida del Gobierno del mes de marzo que imponía una subida máxima del 2% en las renovaciones de alquileres, que se ha ampliado de momento hasta diciembre del 2022, los sindicatos pidieron que fuera permanente (*2). Con lo cual pedían una cosa distinta a lo que exigen en la tramitación de la Ley del derecho a la vivienda donde piden regular los alquileres por topes máximos solo en zonas tensionadas. Por lo tanto, estos sindicatos piden cosas distintas según el momento, dejando un aire de brevedad y provisionalidad, pero al final lo que negocian en la tramitación de aquella Ley de Vivienda será lo que valdrá, lejos de las soflamas escocesas para reventar la burbuja de la Patronal del Alquiler que todos aplaudimos

«la brevedad» de las consignas de los sindicatos de vivienda

El Sindicato de Inquilinos exige al Gobierno copiar a Escocia y congelar los alquileres.

Pero ahora, unos meses más tarde, que llegan las noticias de «congelaciones» en Escocia, los sindicatos de vivienda y alquileres españoles y catalanes se suben al carro de las reivindicaciones y exigen ya la congelación de las rentas de alquiler vista las enormes subidas especulativas que la patronal del alquiler realiza en nuestro país que se llevan por delante la mitad de un sueldo medio (*3).

Pero hay que recordar que no lanzaron las campanas al aire cuando Berlín llevó a aplicar la misma medida de «congelación» en 2019 porqué el sindicato de inquilinos estaba ya negociando con el Govern de la Generalitat catalana la famosa Ley de moderación de rentas de alquileres, y la medida alemana deslucía la negociación catalana.

La brevedad de las consignas se muestra en los continuados cambios de discurso de los sindicatos de inquilinos y vivienda cuando se exigía la regulación de la ley catalana por topes máximos del 10% en zonas tensionadas de precios, cuando esta se anuló por anticonstitucional, cuando piden la congelación de las rentas al 2% de aumento del ejecutivo español o ahora que ya piden la congelación total escocesa.

Al final la Ley catalana de moderación de rentas trata de dulcificar el atraco a mano armada con el recibo del alquiler a las clases trabajadoras.

Nuestra pequeña entidad no hemos apoyado esos vaivenes tácticos que cambian según el sopla el viento. Pero el lenguaje ambiguo no ha acabado en los ejemplos explicados.

Con la «plandemia» del COVID en Barcelona tuvimos una larga discusión y crisis, cuando se preparaba la huelga inquilina al llamado del Sindicato de Inquilinos a «la suspensión de los alquileres» (*4). Estamos en mayo del 2020 y los sindicatos tenían la oportunidad de lanzar la consigna de «la congelación de rentas de alquiler en la huelga inquilina» que no tuvo ningún seguimiento más allá de los intentos de organización. Pero se optó por la palabra «SUSPENSIÓN«. Suspensión no es lo mismo que congelación y en Escocia lo saben. La calculada ambigüedad de la palabra suspensión fue una opción política de los lideres del Sindicat por no se sabe que intereses políticos se movían en el Gobierno de Madrid. Nuestra entidad, fundadora del Sindicat en sus inicios, luchó por la congelación que tenia toda la lógica por el momento que estábamos viviendo pero los micrófonos mediáticos ni se acercaron a nuestro discurso.

Pero la brevedad y la provisionalidad de las consignas en la piel de toro hispana no se inician en 2020 alejando cualquier perspectiva de rigurosidad y seriedad.

El 1º Congreso d’Habitatge de Catalunya en el que participamos en noviembre del 2019 también destiló ese estilo mediterráneo de que las palabras y los acuerdos no tienen valor. El Congreso aprobó muchas de nuestras propuestas como la congelación de alquileres y la utilización de las políticas fiscales para pinchar la burbuja de la patronal del alquiler. Nuestra sorpresa fue que en el Congreso no se aprobó ninguna campaña para implementar eso y nuestra propuesta perdía frente a otra que era una campaña contra Divarian-Cerberus. Guerra a la Bestia, echar a cerberus de nuestras calles, para acabar pidiendo una negociación colectiva: Expulsar a los especuladores y pedirles una negociación colectiva: las contradicciones del discurso del movimiento por la vivienda digna.

Todo acabó en fuegos de artificio en una performance pero ninguna presión social y unitaria para cambiar el contexto de relaciones de fuerza con la poderosa patronal del Alquiler instalada en las principales instituciones de nuestro país como lobby antidemocrático. Hoy muchos sindicatos de vivienda autoeregidos «el Moviment de l’Habitatge de Catalunya» aplauden sin rubor la derogada ley de moderación de rentas de alquiler aprobada por el Parlament català para el día siguiente pedir la congelación escocesa.

Los sindicatos piden cosas distintas según el momento, dejando un aire de brevedad y provisionalidad, pero lo que valdrá será lo que discutan en la ley de Vivienda, y sólo negocian la moderación de rentas, lejos de las soflamas escocesas.

Iniciativa por una ley que garantice el derecho a la vivienda

Los sindicatos de inquilinos piden una congelación momentánea

Los Sindicatos de Inquilinos se reunieron el jueves con David Lucas, Secretario General de Vivienda, para exigirle que se tomen medidas urgentes para acabar con las subidas de alquiler en pleno contexto de inflación. Entre las medidas proponen ahora ya la congelación de alquileres y la prórroga forzosa de contratos hasta la aprobación de la Ley Estatal de Vivienda (*5).

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En la entrada del Sindicat de Llogateres que informa del encuentro ni siquiera se encuentra la categoría CONGELACIÓN. Es como mucho una propuesta temporal porque lo que cuecen en las negociaciones parlamentarias es lo que las categorías del titular de la noticia del SIndicat pone: ley vivienda, llei d’habitatge estatal, regulació de lloguers, regulación de alquileres.

La protección de los más de tres millones de hogares que viven de alquiler vendrá determinado por esa ley que como mucho prevé la moderación de rentas que se haría sobre los precios de la actual burbuja, por lo tanto, desaforados. Esa REGULACIÓN no es una buena solución. Es muy mala porqué no prevé reducir los alquileres.

No sólo eso. Los sindicatos de inquilinos desde su nacimiento han centrado su estrategia exclusivamente contra los fondos buitre y los bancos como si de estos dependiera el mercado libre de alquiler. Las cifras del parque de viviendas de los grandes propietarios son pequeñas, 115.085 viviendas frente a 25 millones del parque inmobiliario actual. La propiedad inmobiliario está muy distribuida pues nuestro país es el que mejor representa el ideal de la vivienda en propiedad en el mundo, el franquismo sociológico de la sociedad de los propietarios.

Basta mirar las cifras del cuadro anterior u otros muchos estudios para comprobar que en el 2020 los grandes propietarios controlaban poco más del 4% del parque de viviendas de alquiler. Por contra basta mirar las cifras de las declaraciones de rentas de los caseros en las estadísticas del IRPF para darse cuenta que España es un país de pequeños rentistas y los alquileres declarados en el Impuesto de Sociedades es ridículo, Dicho de otra manera el Estado español pierde cada año más de 10.000 millones subvencionando las rentas de alquiler del IRPF. Ahí está el dinero que puede dar un vuelco a la situación: sólo deberían haber desgravaciones fiscales si hay una ley de alquiler social obligatorio.

Esa es la verdadera Ley del Derecho a la Vivienda.

Puede ser eterna la congelación de alquileres?

Podríamos decir que sí pero depende de la correlación de fuerzas pero lo que es seguro cuando se tramite una ley que realmente reviente la burbuja de alquileres es que esa congelación debe ir acompañada de medidas que la aseguren en el contexto actual. De eso tampoco hablan los mediáticos defensores del inquilinato.

Desde nuestra modesta organización sí que nos tomamos la seridad de demostrar ya desde el 2018 que la burbuja de alquiler se podría pinchar con políticas fiscales ligadas a contratos de alquiler sociales legislados desde Madrid. Lo plasmamos en «10 medidas para pinchar la burbuja del alquiler y asegurar el derecho a la vivienda del inquilinato«

¡UNA NUEVA LEY DE ALQUILER SOCIAL!

  1. Congelación temporal de alquileres vigentes y nuevos hasta la aprobación de una ley de alquiler social– que lo asegure en el mercado libre.
  2. Prórroga forzosa para los contratos vigentes y los nuevos – indefinidos- (excepto en caso de necesidad familiar justificada).
  3. Contrato de alquiler único, inspeccionado por las Oficinas de Vivienda.
  4. Eliminar todas las desgravaciones fiscales a los arrendadores.
  5. Realizar desgravaciones fiscales a todos los inquilinos baremando el alquiler para que no supere el 20% de la renta familiar disponible.
  6. Grabar fiscalmente las viviendas “urbanas” vacías y crear un impuesto sobre las ventas de viviendas que no sean para primera residencia.
  7. Municipalización del suelo urbano. El suelo ni se crea ni se destruye. Es patrimonio de la humanidad. No puede formar parte del precio de la vivienda porque es especulativo.
  8. Plan de inspección y cierre de todos las Viviendas de Uso Turístico ilegales y elaboración de un Plan de eliminación paulatina, hasta su totalidad, de los legales.
  9. El aumento significativo de un parque de alquiler público y asequible por parte de las administraciones, ya sea de nueva construcción como de adquisición de ya construidos, como prioridad absoluta en la próxima década. Legislar las cesiones de uso de viviendas privadas a la administración con exención total fiscal y asunción de gastos inmobiliarios por las administraciones.
  10. Expropiación de las viviendas vacías de los grandes tenedores para ampliar el parque de alquiler público y social.

Las ventajas fiscales que disfruta la patronal del Alquiler en nuestro país debería ligarse a un contrato público de alquiler social. Hasta la neoliberal AIReF – Autoridad Fiscal española-lo pusó como propuesta en sus conclusiones del informe anual del 2020 donde decía que se estaba enriqueciendo fiscalmente a las clases medias altas sin contrapartidas. Los Sindicatos de Vivienda ni siquiera hacen caso al tema. En otras palabras, congelación hasta que acordamos como reducimos los alquileres usando los más de 10.000 millones que se llevan al bolsillo los caseros sin dar nada a cambio cada año desde hace décadas o, lo que es lo mismo, España es el país ejemplo del mundo que más gasta en políticas de vivienda dirigidas a consolidar y enriquecer a los arrendadores para mimar las sociedad de los propietarios neoliberal.

El paraíso fiscal de la patronal del alquiler que disfruta desde hace décadas no tiene parangón en Europa y supone la mayor transferencia de dinero de las clases populares a las clases rentistas. De nuestros estudios y nuestras propuestas, aparte de recogerse en el programa del primer Congreso de l’Habitatge de Catalunya, todo está en el tintero. Así vamos.


Notas:

  1. INE, Encuesta Continua de Hogares (ECH) – Año 2020 (pdf).
  2. elpais.com, Los sindicatos de inquilinos piden que el tope del 2% en la actualización de los alquileres sea permanente.
  3. elEconomista, El Sindicato de Inquilinos exige al Gobierno copiar a Escocia y congelar los alquileres.
  4. Sindicat de Llogateres, Exigimos la Suspensión de Alquileres.
  5. Exigimos al Gobierno que regule los alquileres en el próximo paquete de medidas anticrisis

4 comentarios en «La congelación escocesa de la burbuja del alquiler y «la brevedad» de las consignas de los sindicatos de vivienda»

  1. Esta información es sumamente valiosa para mí, espero y deseo que algún día los jueces se dediquen a hacer justicia de verdad y que se ganen el sueldo que entre todos le pagamos con los impuestos pero mucho me temo que esto es un sueño mio espero que se haga realidad. Buen trabajo amigos gracias por esta informacion tan valiosa.

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