Una de las falacias con la que los dacionistas crítican la posición de los que estamos en contra de la dación en pago, es la falta de respeto por nuestra parte a la “libertad” de los hipotecados, pues excluimos de entrada la opción de la dación en pago.
Al respecto en primer lugar nosotros podríamos lanzar el mismo reproche a los dacionistas pues tratan de imponer la dación en pago a toda costa excluyendo cualquier otra opción, inicialmente con el truco de hacer creer que no existe más opción y si esto no es suficiente pasando directamente a la coerción.
Pero más importante, que señalar que incurren en el mismo defecto que nos achacan, lo es demostrar que en realidad nosotros no incurrimos en él. Nosotros respetamos la libertad de los hipotecados mientras que ellos todo lo contrario. Parafraseando la frase del padre software libre RMS la libertad no es poder elegir quien será tu amo, es no tener amo, para aplicarla a nuestro caso resultaría así: la libertad no es poder elegir como perder tu casa, dación en pago o adjudicación en ejecución hipotecaria, la libertad es no perder tu casa.
Los más recalcitrantes sin embargo continuarán aduciendo que incluso entre los hipotecados bien informados, aquellos que son conscientes que se pueden librar de la deuda conservando la vivienda y que en el peor de los casos perderán la vivienda al cabo de bastantes años pero que no les quedará o no tendrán que pagar deuda alguna, algunos prefieren la dación en pago. A estos, habría que responder que antes de rebatirles deben presentar a al menos uno solo de estos raros casos de hipotecado bien informado, que aún sabiendo que se pueden librar de la deuda conservando la vivienda y que en el peor de los casos perderán la vivienda al cabo de bastantes años pero que no les quedará o no tendrán que pagar deuda alguna, prefieren la dación en pago, para comprobar hablando con ellos que realmente es así, pues yo dudo mucho que pueda existir ni tan siquiera uno.