La crisis finiquita las políticas públicas de vivienda de la izquierda gestionaria del país

Hemos hecho un nuevo documento: un TORPEDO a la línea de flotación de nuestra solvente banca

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DOCUMENTO:La crisis finiquita las políticas públicas de vivienda de la izquierda gestionaria del país.

RESUMEN:Un recorrido por la crisis económica y la decidida política de apoyo gubernamental a la banca y al lobby ladrillero para mantener artificialmente el valor del parque de viviendas vacías del país

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Después de tres años de crisis económica el acceso a una vivienda o simplemente el pago de la hipoteca o del alquiler se ha convertido en un calvario para muchas familias. No hay día que pase sin ejecuciones hipotecarias de las más de 11 millones de hipotecas que se constituyeron durante el boom inmobiliario desde el 2001. En los barrios populares de las ciudades no hay día que un desahucio por impago del alquiler no deje a una familia en la calle. Desde la crisis del 97 hasta hoy una generación entera está enterrando sus ahorros para pagar su vivienda durante décadas. Ningún país en su sano juicio hubiera debido permitir eso. Para miles de familias inmigrantes que vinieron a buscar trabajo la vivienda ha sido la principal fuente de problemas económicos.

Los periódicos informan de familias que no pueden pagar los alquileres de viviendas públicas a causa de los aumentos abusivos como sucede en Barcelona (1).Las pocas VPO que se sortean quedan vacías porque las familias que acceden a ellas no tienen perfil financiero para recibir crédito de la banca. Mucha gente, sobre todo joven, vuelve a los hogares paternos porque no pueden pagar el piso. Las ayudas a la emancipación de los jóvenes no llegan a tiempo o el papeleo para obtener los 210€ es enorme o los recursos se consumen en la gestión burocrática de las mismas. La burocracia para recibir ayudas para el pago de la vivienda de los servicios sociales y el colapso de los mismos hacen desistir a muchos ya de intentarlo. Hoy más de un millón de familias no tienen ningún ingreso y el 63% de la población española es ya como mucho mileurista según GHESTA, asociación de los Técnicos de Hacienda(2). El parque público de alquiler de nuestras ciudades, que debería estar dirigido precisamente a ese sector de la población, es el más residual e inapreciable de Europa.

En este largo recorrido se describe el variopinto drama de las clases populares del estado español para acceder y mantener una vivienda. En esta hora de la verdad las políticas de vivienda de la izquierda gestionaria española han demostrado su tremendo fracaso. Han estado siempre subordinadas a las necesidades del mercado y las medidas implementadas como las desgravaciones y ayudas al alquiler han acabado incrementando los precios y por lo tanto las desigualdades sociales. Y ahora tras los brutales recortes sociales del gobierno Zapatero han quedado en su mayor parte suspendidas -sine die- o desaparecen. Este artículo está dirigido precisamente a esa inmensa mayoría de ciudadanos que queda totalmente desprotegidos y a merced del salvaje mercado.

Pero incluso ahora cuando desde el Gobierno de Zapatero hasta el último ayuntamiento recortan aquí y allí, las ayudas y fondos públicos continúan fluyendo como el maná hacia el lobby del ladrillo(3): el FROB, 500 millones para infraestructuras, etc. El lobby ha trabajado de hecho como un monopolio que integraba la construcción residencial, turística y de las infraestructuras, la financiación de la banca que lo engrasaba todo, los grandes fondos inmobiliarios (al amparo de la LAU y el desahucio express) y el conjunto de Administraciones públicas que legislando a su favor llenaban sus arcas con el sobreprecio de la vivienda y la ausencia de un parque de vivienda pública …..

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