Bueno que vamos a decirles del titular, pero o se inicia una rebelión contra la banca hasta nacionalizarla y se pone en la picota a la clase política o estas noticias, tantas iguales, pasan como una más cuando en realidad estas injusticias sociales causan muchos más asesinatos o suicidios o muertes en las clases populares de las que ni siquiera somos conscientes por la degradación de las condiciones de vida de nuestra gente.
Y con esta llevamos 4 entradas a cual peor sobre la Banca española en un mes:
Lo cierto es que las peores expectativas sobre los Activos Fiscales Diferidos han llegado y el Ministerio de Hacienda va a devolver 1.330 millones de euros a causa de las «pérdidas» de la banca. Sí…. devolver dinero a los que crean dinero de la nada, del puro aire, se les devuelve lo que han perdido en sus apuestas de casino. Ese privilegio, la generación privada de dinero del puro aire, llamémosle créditos o deuda, es la forma de apropiarse a través del interés de la riqueza de las naciones y los pueblos. Pero crea siempre inestabilidad financiera de los balances bancarios por lo que en esa contabilidad creativa las pérdidas aparecen por doquier y una parte de ellas, por arte de birlibirloque, el Gobierno de M.rajoy lo convirtió en los llamados Activos Fiscales Diferidos (DTA en inglés).
No viene de más recordar que gracias al volumen que tienen los bancos en las empresas del IBEX35 y estas en el peso de la recaudación del Impuesto de Sociedades nos encontramos que este impuesto se ha vuelto irrelevante en la recaudación del Estado pues en el año fiscal 2017 los impuestos IRPF, IVA y otros sobre el consumo suponían el 77% de la recaudación estatal mientras que el Impuesto de Sociedades sólo suponía un 11% de la recaudación, y no sólo eso, además en ese pequeño porcentaje los autónomos, pequeñas y medianas empresas soportaban el grueso de la recaudación y en el otro porcentaje de las grandes empresas los holdings bancarios son los que menos pagan y los que más han reducido sus pagos en toda la crisis de la que son culpables:
¿De dónde vienen los DTA? (1)
Estos gastos no deducibles que tienen los bancos provienen básicamente de tres fuentes. Por un lado, están las provisiones que realizan para cubrir el riesgo de pérdidas de sus activos, básicamente el crédito promotor y los inmuebles adjudicados, que se incluían en los dos Reales Decretos ‘de Guindos’ de saneamiento del sector financiero de 2012. Provisionar consiste, básicamente, en guardar dinero en un cajón (por un porcentaje del valor de esos activos) para asumir las posibles pérdidas cuando lleguen. Ese dinero se resta del beneficio, pero como no es una pérdida real (el dinero sigue en el cajón del banco), no disminuye la base sobre la que se calcula el Impuesto de Sociedades, es decir, la base imponible. Por eso genera un activo fiscal diferido. Luego están las aportaciones que hacen los bancos a planes de pensiones para sus empleados, en los que ocurre lo mismo: son gastos que reducen el beneficio, pero como el dinero sigue en otro cajón (el mencionado plan de pensiones), no se desgravan. Finalmente, están las pérdidas de ejercicios anteriores: según la normativa del Impuesto de Sociedades, cuando una empresa tiene pérdidas, aparte de no pagar impuestos puede utilizarlas para reducir los impuestos que pagará en el futuro cuando vuelva a beneficios; es lo que se denomina bases imponibles negativas (BIN).
Las provisiones de los bancos, repetimos privados, se deben realizar por la sencilla razón de que aunque las deudas se cancelan con las amortizaciones, o sea, el dinero creado- crédito- se cancela con el trabajo humano del deudor, el banco no crea el dinero para pagar los intereses pero tampoco las devaluaciones de los créditos a precio de mercado. Por ejemplo, si CaixaBank crea 250.000 euros para una hipoteca, no crea los 200.000 euros de intereses a 25 años pero tampoco la devaluación de la vivienda sobrevalorada porqué todos los bancos han apostado por inflar a créditos el sector inmobiliario privado y no un parque de vivienda pública. El banco considera el crédito y los intereses como un activo pero saben que sólo el capital será amortizado por lo que el deudor debe buscar el dinero para pagar los intereses revendíendose en el mercado de trabajo o trabajando más. De este modo, la mayor parte de las deudas son fallidas y se deben cubrir con nuevos créditos hasta la explosión de la deuda mundial que hemos explicado muchas veces especialmente concentrada en el sector financiero. Las provisiones bancarias son para cubrir una ínfima parte del caos social que provoca ese negocio tóxico que irriga la economía de la especie humana desde hace muchos siglos.
Los planes de pensiones privados de los empleados, sobre todo los altos directivos, son sencillamente una vergüenza que únicamente provoca agujeros a la Hacienda Pública.
Finalmente, las pérdidas de los negocios bancarios de los ejercicios anteriores son debidas al propio caos que el negocio bancario crea en la economía, en el país …etc. Eso también la banca privada tiene derecho a desgravárselo. Bueno el resto de los mortales como los trabajadores que se quedan sin empleo por las inversiones fallidas en sectores de la economía de la banca que dirige la inversión no tienen derecho a DTA por los salarios no cobrados en el paro pero si paga IRPF.
Los 1330 millones explicados por el diario Público:
Hacienda entrega 1.300 millones a la banca por un ‘regalo’ de Rajoy (*2)
Ha vuelto a ocurrir: la banca española acaba de recibir 1.333 millones de euros en devoluciones de la Agencia Tributaria por los llamados ‘activos fiscales diferidos’ (DTA por sus siglas en inglés), una figura instaurada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 y reformada en 2016, en ambos casos con Luis de Guindos y Cristóbal Montoro como ministros de Economía y de Hacienda.
La Agencia Tributaria lo explica en su último Informe Mensual de Recaudación, correspondiente al mes de octubre y publicado este jueves: «En octubre se añaden, fundamentalmente, los impactos de nuevas devoluciones extraordinarias (…) ligadas a los activos fiscales diferidos (DTA, en inglés) y realizadas mediante compensación del pago fraccionado» del Impuesto de Sociedades por esa cuantía, señala el documento, que las cifra en 1.333.
Resulta llamativo cómo la aplicación de esa figura provoca «la caída de los ingresos» en el conjunto de este tributo aunque, en realidad, ese fenómeno únicamente se da en los llamados «grupos consolidados», a los que en este caso se les añade la circunstancia de que varios de ellos no han repetido los «extraordinarios» resultados del tramo central del año pasado.
Estos pasan de haber aportado 8.596 millones en el mismo pago del año pasado a solo 6.609, mientras la recaudación prácticamente se mantiene en el resto de grandes empresas (3.826 en 2019, 3.926 en 2018) y crece entre las pymes (1.344, 183 más).
La aplicación de reglas como la que afecta a los DTA es una de las causas de las dispares presiones fiscales que conlleva el Impuesto de Sociedades en función del tamaño de la empresa y de si esta forma o no parte de un grupo, algo que, salvo en el caso de las firmas instrumentales y sin asalariados, garantiza los tipos efectivos más bajos, a menudo hasta tres veces inferiores a los que soportan las sociedades independientes.
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Notas: