Aunque los servidores de Tor no han sido requisados, la polícia alemana tiene los datos de miles de europeos que han donado dinero.
A los pocos días de entrar en funcionamiento la directiva europea de protección de datos, la policía alemana se salta todas las normas.
La policía alemana ha requisado material informático y documentación fiscal de Zwiebelfreunde, una organización clave del activismo pro-anonimato electrónico basado en el anonimato, la privacidad y la criptografia. Nombres y números de cuenta de donantes de diferentes proyectos, así como datos de los activistas que los gestionan han ido a parar a manos de la policía, que podrá crear con esta información suculentos mapas relacionales sobre el activismo electrónico en Europa.
Aunque la redada fue el 20 de junio, los hechos no se han dado a conocer hasta ahora. Zwiebelfreunde es desde hace 7 años el punto central de recogida de donaciones económicas para proyectos tan importantes como el proveedor de correo Riseup, la distribución GNU/Linux extra segura Tails o el proyecto Torservers, que nutre de servidores a la red anónima Tor. Además de las donaciones, Zwiebelfreunde gestiona Torservers con la colaboración, entre otros, de Reporteros Sin Fronteras.
La Policía alemana entró en los domicilios de los tres miembros de la junta de Zwiebelfreunde y en la de un exmiembro que tenía aún acceso a la cuenta corriente de la organización. También registraron su sede, en Dresden. La rocambolesca excusa para esta redada era la aparición, en un desconocido blog de extrema izquierda, de amenazas contra el partido de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD).
En el blog, creado pocos meses antes, el 30 de abril, y sin la típica estética de la extrema izquierda, aparece una dirección de contacto de Riseup.net. En condiciones normales, esto habría llevado al cierre del blog, que sigue en pie, y al envío de una demanda a Riseup para descubrir la identidad de la persona que maneja esta cuenta de correo.
Pero la solución del fiscal general de Munich fue más imaginativa: ordenar el registro de la central de donaciones de Riseup.net en Europa, Zwiebelfreunde, cuyos miembros aseguran no haber oído hablar jamás de este blog. A pesar de ello les requisaron abundante material informático: discos, portátiles, PCs, teléfonos móviles y tarjetas y tokens de cifrado.
Zwiebelfreunde ha emitido un comunicado para aclarar que los servidores Tor que administra, así como la infraestructura de Riseup, las conocidas Cryptoparties y otras infraestructuras de almacenamiento y gestión de claves seguras que gestionaban no han sido comprometidas por la actuación policial.
En cambio, avisan: “Si alguna vez has hecho una donación a Torservers, Tails o Riseup realizando una transferencia vía un banco europeo, es muy posible que tus datos estén ahora en manos de la policía alemana (número de cuenta IBAN, nombre del titular, cantidad y fecha)”. Zwiebelfreunde denuncia que la policía se extralimitó, requisando material y documentación que no entraba en la orden judicial o que ni siquiera pertenecía a la organización sino a las familias de las personas investigadas.
La veterana organización hacker alemana Chaos Computer Club (CCC) ofreció soporte logístico a Zwiebelfreunde tras el golpe policial, lo que sorprendentemente motivó una segunda redada, esta vez en un “hackerspace” del CCC, OpenLab, en Ausburgo. La organización ha hecho pública una descripción de esta surrealista actuación que vale la pena reproducir entera: “Aquí los oficiales de policía se vieron confrontados con hackers en su hábitat natural: sustancias para limpiar y marcar tarjetas de circuitos así como blanqueador de cabello. Después de interpretar los contenidos de una pizarra como un manual para hacer bombas, acusaron a las personas que en aquel momento había en el hackerspace de planear un ataque con bombas. Tres fueron detenidas en el acto y el hackerspace fue registrado sin orden judicial ni testigos. La policía usó la fuerza para abrir armarios cerrados que contenían datos de miembros y registros bancarios”.
Aún anonadados, los miembros de Zwiebelfreunde han explicado a los medios que se han tomado un tiempo de vacaciones “para procesar lo que ha pasado”. La Policía alemana se ha negado a dar explicaciones públicas.
Torservers, Tails, Cryptoparty o Riseup se financian totalmente con donaciones. Una actuación policial de este tipo, donde se han incautado datos altamente sensibles tanto de los donantes como de los activistas de estas organizaciones, podría tener el efecto de desalentar las donaciones y minar económicamente los proyectos.
La indignación es grande en la escena hacker. Frank Rieger, portavoz del CCC, escribía: “Este es un ejemplo de manual de lo fácil que es que los derechos fundamentales de ciudadanos completamente inocentes y sus familias pueden ser violados como resultado de una cadena de evidencias construida artificialmente, sin importar lo ridículo que esto sea”.
Cabe recordar que la táctica del hostigamiento policial funcionó muy bien para acabar con el otrora importante movimiento de los Indymedias en Europa, dedicados a la difusión de información libre y de las ideas de la izquierda alternativa. Precisamente uno de los últimos capítulos se escribió también en Alemania, en agosto del año pasado, cuando el ministro del Interior ordenó el cierre de Indymedia Linksunten, en plena macro-operación contra el anarquismo en aquel país.
FUENTE: La Marea , periodismo para gente independiente
La otra organización afectada Chaos Computer Club -CCC- en un comunicado afirma que….
El CCC pide donaciones en free.de y la Casa de las Ciencias para reemplazar las cinco puertas destruidas y pagar el costo de la defensa legal.
La “visita” no solicitada de la policía en “Long August” se produjo unos días después de las búsquedas de los amigos de TOR en Augsburgo, Jena, Berlín y Dresde. Una vez más, el poder de la policía se aplicó desproporcionadamente frente a testigos que no se involucraron por completo.
Por lo tanto, pedimos una declaración en la demostración de hoy en Dusseldorf. [1] El endurecimiento previsto de las leyes policiales en Renania del Norte-Westfalia y otros estados federales nos concierne a todos, las medidas excesivas y las transgresiones de lo permitido como en el caso del “Langen August” pueden convertirse mañana en una vida cotidiana legalizada. No necesitamos nuevas leyes policiales más estrictas, sino más bien volver a capacitar a los responsables, incluso si el requisito de proporcionalidad ya no se aplica.