El empacho de ladrillos durará siete años más.
La comparación entre la oferta –1,67 millones de viviendas– y la demanda –218.400 compradores– “determina unos stocks de viviendas nuevas vacías puestas a la venta”, tan enormes que no se podrán drenar por completo hasta 2016.
Así lo argumenta el Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2009 de la consultora R. R. de Acuña & Asociados, presentado ayer.
Esa indigesta “sobreoferta” se suma a las 327.350 casas en promociones paradas sin terminar, así como las viviendas no iniciadas con proyecto, que ya suman 1,098 millones de unidades. Éstas se deberán ir acometiendo en los próximos dos años, y tienen un crédito otorgado que asciende a 52.947 millones de euros, según las estadísticas de la consultora.
En total, inmobiliarias, bancos, cajas de ahorros e inversores particulares soportan un peso de casi 3,1 millones de viviendas.